Los accidentes de tránsito representan la primera causa de muerte en niños entre 0 y 14 años. Cada día mueren personas en este tipo de accidentes viales y en al menos el 20% de ellos está presente el alcohol.
La Ley Emilia nació a partir de una solicitud de la ciudadanía y su nombre se debe a la menor que falleció en un accidente dónde un hombre que manejaba en estado de ebriedad chocó el vehículo donde ella iba y le quitó la vida, a la pequeña Emilia Silva Figueroa.
Es una normativa que, desde el 16 de septiembre del 2014, modifica la Ley de Tolerancia Cero que entró en vigor el año 2012, bajando los límites de alcohol en la sangre permitidos, para los conductores y así aumentar las sanciones por conducir en estado de ebriedad.
Con esta ley, se sanciona con cárcel efectiva de al menos un año a los conductores en estado de ebriedad que generen lesiones graves, gravísimas o la muerte. Además con esta modificación, se establece como un delito el fugarse del lugar del accidente y negarse a realizar el alcotest o la alcoholemia.
Suben las penas con cárcel para los conductores que provoquen accidentes en estado de ebriedad, con mayor pena a los conductores profesionales. Para considerarte en estado de ebriedad debes tener un nivel de alcohol en la sangre igual o superior a 0.8 gr. Menos de esta cifra es considerado estar bajo la influencia del alcohol.
Penas de Cárcel Ley Emilia
Las penas aplican para conductores que ocasionen accidentes en Estado de Ebriedad. Desde 0,8 gramos de alcohol por litro de sangre:
Multas por fuga
Las penas se aplican a conductores que se den a la fuga, independiente si hay consumo de alcohol.
Datos extraídos de CONASET
En la actualidad en el Tribunal Constitucional se encuentran en discusión una serie de casos, que buscan la eliminación de la obligación de permanecer un año efectivo en la carcel, para proceder a cumplir la pena libertad.
Claudio Barros, Abogado de CEA (Club Europeo de Automovilistas de Chile) señala “Es una discusión interesante, pues busca el equilibrio, entre la proporcionalidad de la pena (un año de cárcel efectivo, para optar al cumplimiento de libertad) y el malestar social que genera la conducción en estado de ebriedad con diferentes resultados”.
Paola Cifuentes – Departamento de Comunicación de CEA