La iniciativa por la cual el gobierno busca reducir la velocidad a 50km/h pasa por instalar cámaras automatizadas en zonas peligrosas. El objetivo no es otro que reducir las víctimas fatales que dejan este tipo de siniestros, gracias a la tecnología.
La idea es instalar el “Centro Automatizado de Tratamientos de Infracciones” (CATI), en el cual se va a fiscalizar la velocidad en que transitan los vehículos y hacer más transparente y menos burocrático el tema de las multas e infracciones.
La Ministra de transportes y telecomunicaciones Gloria Hutt, informó de que la iniciativa se llevará a cabo a través del proyecto de ley que ayudará a descongestionar los Juzgados de Policía local.
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Autofinanciamiento, el sistema ya está financiado, ya que se alimentará con lo que se recaude del pago de las infracciones, ingresando el dinero en un fondo municipal.
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Las cámaras serán un medio disuasivo para que el conductor disminuya la velocidad de 60 a 50 Km/h.
Según informan desde el Ministerio, las cámaras se instalarán en puntos específicos de la ciudad y se tomarán imágenes sólo para registrar las infracciones. En caso de cometer una falta, se cursará la infracción y en menos de 10 días llegará una notificación al domicilio de la persona a la que viene registrado el vehículo.
Hutt, asegura que esta nueva tecnología se diferencia de la antigua, ya que las cámaras estarán a la vista. Así, el objetivo es que las personas disminuyan la velocidad al conducir, debido al riesgo de cometer una infracción. El dinero irá destinado a un fondo común municipal.
Este sistema está probado en países de Europa, como Francia y España, con gran éxito. De hecho, los estudios internacionales sobre la reducción de la siniestralidad gracias a los fotorradares dejan claro que la implementación de este sistema es positiva y necesaria.
Desde CEA opinamos que la puesta en marcha de este “Centro Automatizado de Tratamientos de Infracciones” (CATI) es una manera correcta y efectiva, de reducir el número de fallecidos en accidentes de tránsito en nuestro país, donde la velocidad es una de las causas principales.
La instalación de los fotorradares debiera hacerse en puntos estratégicos de alto riesgo y debidamente señalizados, con el fin no de recaudar dinero para las municipalidades, si no con el único y pertinente objetivo de reducir el riesgo de accidentes y salvar muchas más vidas.
Paola Cifuentes - Departamento de Comunicación