Lo normal es pensar que, al momento de recibir una multa de tránsito, surja la siguiente duda: ¿Vale la pena contratar defensa jurídica profesional para enfrentar la multa en el Juzgado de Policía Local? La respuesta no es igual para todos los casos, depende del tipo de infracción y las consecuencias establecidas en la Ley de Tránsito.
Lo primero que debemos entender que no todas las multas son iguales, la ley establece grados de gravedad de ellas, dividiéndose en: gravísimas, graves, menos graves y leves. Una vez identificada su gravedad, debemos revisar si se permiten rebajas en el plazo de 5 días desde la fecha del parte, si es multa por vías exclusivas / restricción vehicular aumenta en 30 días este beneficio, si pasaron al Registro Civil y/o son multas gravísimas que no permiten su rebaja, que en estos últimos casos pueden suspender la licencia de conducir.
En faltas leves y menos graves simples, muchas veces basta con pagar con descuento y cerrar el asunto. Pero en infracciones graves o gravísimas (como no respetar una señal PARE, conducir sin licencia, exceso de velocidad sobre 20 KM del límite, etc) las consecuencias pueden ser mucho más relevantes. En esos escenarios, un error en la audiencia ante el juez o una mala presentación mediante escrito puede terminar con la aplicación de estas sanciones al máximo de lo que permite la ley.
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¿Qué hace realmente un abogado en estos casos?
Contratar defensa profesional no significa "pelear por pelear", un abogado especializado en derecho del tránsito analiza:
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La legalidad del procedimiento: cómo se cursó la infracción, si existió control efectivo, identificación correcta del conductor, medios de prueba, formato del parte y uso de instrumentos homologados. De todas formas, es la persona infractora quien debe aportar todo antecedente necesario para la realización de una correcta defensa jurídica.
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La pertinencia de los descargos: no todas las explicaciones sirven ante un juez. Algunas pueden incluso perjudicar la defensa, por lo que se trata de buscar es reducir el costo de la multa al máximo con las atenuantes disponibles en nuestra legislación, tal como sin antecedentes en la hoja de vida del conductor.
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La estrategia frente a multas antiguas, duplicadas o mal registradas: hay casos que el abogado analizará la procedencia de la infracción y la posibilidad de dejarlas sin efecto con los antecedentes que pueda proporcionar el infractor, como es en el caso de robos de vehículos, presentando la denuncia correspondiente, el juez podrá absolver de pagar la sanción.
El trabajo no es “evitar la multa a toda costa”, sino proteger los derechos del conductor, evitar sanciones desproporcionadas y corregir errores administrativos que son más frecuentes de lo que parece.
Casos que vale la pena contratar defensa jurídica:
Desde nuestra experiencia, donde se debe contratar defensa profesional:
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Multas con suspensión de licencia (gravísimas).
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Partes cursados por hechos discutibles y comprobables.
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Errores en la identificación del vehículo (por ejemplo, tipo de vehículo por error en anotar la placa patente).
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Multas masivas que afectan flotas de vehículos.
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Partes inscritos por error en el Registro Civil, por ejemplo, que se haya archivado por pago y de igual forma se envío al Registro de Multas no Pagadas.
Generalmente en estos casos, lo ideal es analizar correctamente los antecedentes para elaborar una correcta defensa, si bien, el abogado podrá revisar el valor jurídico de la defensa, es propio del infractor apoyar con entregar todo antecedente posible para reforzar el argumento legal ante el juez.
En síntesis, sí vale la pena contratar defensa profesional, pero no para todas las multas. La clave está en analizar qué está en juego: si sólo es el monto, probablemente no. Pero si existe riesgo para la licencia, antecedentes mal ingresados, multas repetidas, partes dudosos o procedimientos discutibles, la intervención de un abogado puede cambiar completamente el resultado.
En materia de tránsito, un pequeño error procesal puede transformarse en una sanción que afecte tu vida cotidiana, tu trabajo o incluso la operación completa de una empresa. Por eso, cuando hay dudas razonables, buscar asesoría especializada no es un gasto: es una forma de evitar problemas mayores.
Felipe Astudillo - Abogado Jefe
